La promesa de que habrá una resurrección terrenal no debería parecer demasiado difícil de creer (Zacarías 8:6). En su día, también tuvo que ser difícil de creer el anuncio que hicieron Amós y Miqueas de que el pueblo de Dios regresaría del exilio. Pero sabemos que se cumplió (Amós 9:14, 15; Miqueas 2:12; 4:1-7). A su regreso, los judíos dijeron: “Nos pusimos como los que estaban soñando. En aquel tiempo nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de clamor gozoso. [...] Jehová ha hecho una cosa grande en lo que ha hecho con nosotros. Nos hemos puesto gozosos” (Salmo 126:1-3). Esos mismos son los sentimientos que usted tendrá en el nuevo mundo cuando reciba “una bendición hasta que no haya más carencia”.
JW.ORG Venezuela
viernes, 10 de noviembre de 2017
¿Qué futuro les aguarda a quienes viven muy pendientes del día de Jehová?
Cuando “el día de Jehová” erradique la maldad de la Tierra, “la gobernación real tendrá que llegar a ser de Jehová” en el sentido más pleno (Abdías 15, 21). ¡Qué bendición para sus súbditos terrestres! Usted podrá contarse entre los mencionados en el capítulo 3 de Malaquías: “Ciertamente llegarán a ser míos —ha dicho Jehová de los ejércitos— [...]. Y ciertamente les mostraré compasión, tal como un hombre muestra compasión a su hijo que le sirve” (Malaquías 3:17). Como vemos, la fidelidad que usted está demostrando le permitirá salvarse y disfrutar de “una bendición hasta que no haya más carencia”. ¡Qué futuro tan maravilloso!
jueves, 26 de octubre de 2017
Un secreto que queremos conocer
¿Qué es un secreto?... Un secreto es algo que muy pocas personas conocen. La Biblia habla de un secreto muy importante y lo llama “el secreto sagrado”. Es sagrado porque viene de Dios. Al principio nadie lo sabía. Y hasta los ángeles querían saber qué era. ¿Te gustaría conocer ese secreto?

Porque Adán y Eva no obedecieron a Dios, y por eso no vivimos hoy en un paraíso. Pero Dios prometió que un día toda la Tierra será un paraíso. Todo el mundo vivirá para siempre y será feliz. ¿Cómo cumplirá esa promesa? Por mucho tiempo, ninguna persona lo supo. ¡Era un secreto!
Pero se fue descubriendo poco a poco. Cuando Jesús vino a la Tierra, le enseñó a la gente cuál era este secreto. Les explicó que era el Reino de Dios. Cuando le oramos a Dios, le pedimos: “Venga tu reino”. ¿Por qué? Porque ese Reino convertirá la Tierra en un hermoso paraíso.
¿Te gustaría vivir en ese paraíso?... Recuerda que solo las personas que obedecen a Dios vivirán en el Paraíso. La Biblia cuenta las historias de muchos hombres y mujeres que obedecieron a Jehová Dios. En este folleto vamos a aprender quiénes eran y cómo podemos ser como ellos. ¿Te gustaría conocerlos?
Con información de
Padres a Hijos
Lección 1, Página 4,5
Enséñeles a navegar seguros por Internet
Las noticias le dan la impresión de que Internet es un refugio de acosadores, depredadores sexuales y ladrones de identidad. Eso le preocupa, pues su hijo está a menudo en línea y parece que no conoce los peligros a los que se expone.
Usted puede enseñarle a navegar con seguridad por Internet, pero primero debe conocer mejor cómo es la vida en el ciberespacio.
LO QUE DEBE SABER
Es posible acceder a Internet desde dispositivos móviles. Tener la computadora en un lugar visible de la casa sigue siendo buena idea. Pero si la tableta o el teléfono inteligente de su hijo tienen conexión a Internet, él podrá estar en línea cuando quiera... ¡y sin supervisión!
Algunos jóvenes pasan demasiado tiempo en Internet. “Enciendo la computadora con la intención de pasar cinco minutos leyendo mi correo, pero acabo viendo videos durante horas —admite una joven de 19 años—. Tengo que aprender a controlarme.”
Los adolescentes suelen revelar más información de la que deberían. Hay personas malintencionadas que utilizan las fotos y los comentarios que los jóvenes publican para tratar de descubrir dónde viven, a qué escuela van o cuándo están solos en casa.
Algunos no comprenden las consecuencias de lo que ponen en línea. Lo que se sube a Internet se queda para siempre en Internet. A veces se publican fotos o comentarios comprometedores, y puede que con los años alguien los encuentre, tal vez un patrón que está evaluando las solicitudes de posibles empleados.
Recuerde: el problema no es Internet, el problema es cómo se usa.
LO QUE PUEDE HACER
Enséñele a establecer prioridades y a usar bien el tiempo. Para convertirse en un adulto responsable hay que aprender a poner en primer lugar las cosas importantes. La comunicación familiar, los deberes escolares y las tareas del hogar son más importantes que Internet. Si su hijo pasa demasiado tiempo conectado, póngale un límite y, si es necesario, use un cronómetro. (Principio bíblico: Filipenses 1:10.)
Enséñele a pensar antes de publicar algo en línea. Ayude a su hijo a hacerse preguntas como: “¿Podría ofender a alguien con este comentario? ¿Dañará mi reputación esta foto? ¿Me avergonzaría de que mis padres y otros adultos vieran esta foto o leyeran este comentario? ¿Qué impresión tendrían de mí? ¿Qué pensaría yo de alguien que publicara esta foto o este comentario?”. (Principio bíblico: Proverbios 22:3.)
Enséñele a guiarse por valores, no solo por reglas. Es cierto que no puede controlar cada movimiento de su hijo. Además, su meta no es esa, sino ayudarle a desarrollar la capacidad de “distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” (Hebreos 5:14). Así que en vez de centrarse en reglas y castigos, enséñele a preguntarse qué reputación quiere tener, por qué cualidades quiere que lo conozcan, etc. La responsabilidad de usted es ayudarlo a tomar buenas decisiones, esté con él o no. (Principio bíblico: Proverbios 3:21.)
Para conducir un automóvil no basta con saber cómo hacerlo, también hace falta ser prudente. Lo mismo pasa con Internet. Su hijo necesita que usted lo guíe. Después de todo, como dijo Parry Aftab, una especialista en seguridad en Internet: “Los muchachos podrán saber más de tecnología, pero los padres saben más de la vida”.
Con información de
¡Despertad! Mayo 2014
Páginas 8,9
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